Me Une, Brevísima Antología Arbitraria
África/América
Compilación y selección por América: Gladys Mendía
Compilación y selección por África: Marcel Kemadjou
Traducciones del francés al castellano: Marcel Kemadjou
Traducciones del portugués al castellano: Gladys Mendía
Nota preliminar
Esta antología forma parte de la Colección titulada Vamos a brillar mi amor, donde se unen a dos países o dos continentes en la búsqueda del diálogo y la multiplicidad de registros poéticos. Tenemos a Me Vibra, Brevísima Antología Arbitraria Chile-Panamá, en la que exploramos a poetas de cada país y su encuentro con la cultura regional; a Me Urbe, Brevísima Antología Arbitraria Chile-Venezuela, que expone una visión de los cantos que surgen a partir del habitante de ciudad; a Me Usa, Brevísima Antología Arbitraria Perú-Uruguay, que es abiertamente una crítica al sistema y Me Arde Brevísima Antología Arbitraria Ecuador-Colombia, abrazando el amplio tema del amor. Todas han sido presentadas y distribuidas entre los años 2011, 2012 y 2013 en varias ciudades y pueblos de Neoamérica[1], además de tener la edición en versión blog.
Me Une, es la más ambiciosa de todas, intentando abarcar las voces de dos continentes tan cercanos, tan parecidos como divergentes, pero por sobre todo, hermanos en la lucha por alcanzar los sueños de libertad en paz y con amor.
Desde el año 2009 nos planteamos hacer la antología sin prever las dificultades de conectar con los poetas de distintos países de África, donde no existen redes de poetas como sí tenemos en América desde hace años. Es por esto que los esfuerzos de Marcel Kemadjou duraron cerca de tres años, con ayuda de amigos e investigación en portales y blogs de internet. Recopilamos la mayor cantidad de poemas de autores vivos de la escena actual y seleccionamos uno de cada uno bajo los valores de calidad, emoción y diversidad de voces con la finalidad de brindar una amplia gama en cuanto a fondo y forma[2] capaz de seducir tanto al público especializado como al general. De esta manera, les presentamos a quince poetas de cada continente, a quienes consideramos representativos de sus lugares de origen y agradecemos a ellos y a todos los que han hecho posible este libro por la buena voluntad al querer colaborar con este pequeño aporte a la posteridad creativa.
Gladys Mendía
Enero, 2013
Santiago de Chile
En memoria de nuestro amado amigo poeta
Francisco Ruíz Udiel (1977-2011), siempre en nosotros como nosotros en él.
[1] La palabra Neoamérica es usada en el sentido propuesto por Édouard Glissant para señalar el proceso de criollización de las Américas y el Caribe. Por criollización se entiende la puesta en relación de culturas heterogéneas entre sí dando resultados imprevisibles, como por ejemplo, lenguajes y creaciones artísticas.
[2] Buscamos variedad de temas como de propuestas estéticas. Así los poemas abordan el amor, la naturaleza, la reflexión desde lo urbano, la crítica social, entre otros ; tanto de manera clásica, como de manera rupturista en cuanto a la sintáxis, a la semántica o el ritmo.
PRÓLOGO
Concierto para la hermandad
Escribo estas líneas cuando Chinua Achebe, ese baobab de la literatura, de la cultura y de la sabiduría africana da el salto final hacia una nueva vida en las nubes sagradas de los antepasados de nuestra África auténtica. Como Amadou Hampâté Bâ, Boubou Hama y otros eminentes hijos de este continente, Achebe forma parte de estos íconos cuyo ingenio universal lleno de aromas y texturas locales cantan a nuestra raza humana.
Escribo estas líneas cuando los rápidos avances de la tecnología reducen considerablemente la distancia en el ámbito de la comunicación, mientras las fronteras geográficas se cierran como ventanas en tiempo de inverno. El ser humano, la naturaleza y la cultura ya no son el centro del desarrollo; han sido sustituidos por la búsqueda loca y fulminante del beneficio comercial. Es precisamente por esa causa que el ser humano ha perdido su valor. Hoy en día, hacer viajar un paquete de baratijas es más fácil que para un ciudadano obtener la visa y cruzar algunas fronteras. Fui invitado hace dos años a cantar mis textos poéticos en algunas ciudades de Chile; el dinero para pagar el boleto estaba listo pero no pude salir de mi país porque el consulado me había negado la visa, es decir, a una cantidad económica despreciable que se podía volver un peligroso inmigrante. Esta es la imagen que los políticos de Europa presentan de los pueblos africanos y que motivó el rechazo del consulado. Ellos han olvidado que en el siglo pasado las embajadas de algunos países de África y de América latina en Europa estaban dirigidas por hombres de cultura y poetas. En esa época los portavoces de estos países sabían que la cultura representa mejor un país que la moneda y la picardía comercial. Me une, antología que nos congrega, sigue esta filosofía porque la poesía es un puente entre las culturas, un camino que las sensibilidades recorren para aprender a mirarse como se miran dos amantes: diferentes en sus formas y colores pero unidos por el amor y el impulso de creatividad.
Me une, permite el cruce de voces de dos continentes que tienen una misma memoria herida por la colonización, idénticas plagas por curar, el mismo deseo de libertad pero que desdichadamente, se encuentran en contadas ocasiones para darse la mano. Este libro visita espacios que los políticos no quieren pisar con sus teorías mercantilistas. Los poetas reunidos en las páginas de esta antología no se conocen y puede ser que nunca se encuentren personalmente, pero sus soplos se mezclan y una obra en común está desplegándose.
Escribo estas líneas para que este libro sin precedentes, lleve a estos poetas de la actual generación (15 de África y 15 de América latina) a las diversas comunidades de ambos continentes, quienes esperan realizaciones fraternales concretas a través del arte. La poesía no es mera tinta sobre páginas aisladas. La poesía no es cementerio de cosas muertas o una caja de recuerdos. La poesía es la palabra armoniosa y viva que produce un efecto mágico en los corazones. La poesía es maravillosa y sublime porque ella no es discurso demagógico; ella es acción constructiva. Ella es lo invisible vuelto visible, la idea vuelta movimiento. Cuando el mundo se duerme en las consideraciones inhumanas, la poesía se vuelve canto de la mañana. Cuando el mundo llora de desesperación, la poesía viene con el pañuelo de la alegría y de la paz y le da acaricias de consuelo. La poesía dice que el porvenir de la humanidad se encuentra en la “mutua comprensión” como Amadou Hampâté Bâ solía subrayarlo. Y esta “mutua comprensión” significa que la diferencia no es un asunto de inferioridad o de superioridad sino de diversidad.
Así, Me une, es un encuentro y una encrucijada, es y será un coro en el gran concierto para la hermandad.
Marcel Kemadjou Njanke
Enero, 2013.
Douala, Camerún.
AMÉRICA
Angélica
Hoyos Guzmán (Colombia 1982). Docente e investigadora. Publicaciones diversas en
México, Colombia y Argentina. Entre ellas: Caída
libre (prosa poética), en Revista digital Ahí va el Agua, México, 2009, en
el mismo proyecto ganó en el 2010 el concurso de cuento en homenaje al tercer
aniversario de la revista. Entre otras publicaciones se cuentan: Antología de poemas en Hechiceras de la
palabra, Centro de Estudios Mixtecos-UNAM, Oaxaca, México, 2009. Actualmente toma
talleres de escritura creativa y enseña literatura y comunicación.
Poema
inédito
JUNTOS
POR LA CALLE
Hoy salí conmigo a caminar,
me tomé de la mano mientras el sol
entrecerraba mis ojos
entreabría mi sonrisa.
No te llevé,
me fui conmigo hacia las vitrinas
y tuve ganas de besarme cuando vi las
parejas del andén,
y tuve ganas de pelear cuando los vi con
gesto dramático,
sobre todo quise también reconciliarme.
Me miré a los ojos con deseo,
y cuando comimos helado en el centro
comercial
me di cucharaditas limpiando mi boca con
la servilleta.
Seguí caminando y quise regalarme una
rosa
y
yo quise que me la comprara,
entonces apagué la mirada un poco
recordándote,
por lo cual decidí que lo de la rosa era
mala idea.
Acaricié mi mejilla, luego mi cabello,
me respiré cerca del oído,
miré hacia el frente
cara en alto, pecho en alto
como quien sale consigo a enamorarse de
nuevo.
Carlos Henrickson (Chile, 1974).
Publicaciones: Ardiendo (poemas;
Santiago: Ed. Etcétera, 1991), Y si
vieras la mañana (cuentos y poemas; Concepción: SRF Ediciones, 1998); Aviso desde Lota (poema-tríptico;
Concepción: NeaVista Ed., 1998); En
tiempos como éstos (cuentos; Valparaíso: Gobierno Regional de Valparaíso,
2002); An Old Blues Songbook (poemas;
Santiago: Ed. del Temple, 2006); Ajuste
de Cuentas - Jaunesse 1 (plaquette de poemas; Santiago: Ed. Alquimia,
2009), Despoblados (poemas; Santiago,
Ed, Fuga, 2010). En preparación: Apuntes
de la Conquista – Fundación I (poemas). Reside en la zona central de Chile.
De Jaunisse
NOCTURNO DE SANTIAGO
Irrumpen los autos, los monstruos de
metal
sobre el cemento, y se dice,
entonces, que ruges. Como una
fiera,
cuando yo escucho ronroneos
-Gata madre, el pelaje gris siempre trae
mal nombre. Hace veinte años
a cada paso te negaba la manada
de resentidos que te pisaban, soñando
de día con Chiloé, Valparaíso o
el Valle.
Tendré que darte alabanzas,
Santiago, Gata madre, para que me acojas
como animal enfermo -aunque yo sé bien
que eso no es lo que las gatas hacen.
Ellas recargan el calcio con los huesos
de sus hijos muertos, y tienen demasiado
que hacer –la caza, las fiestas en el
techo- como
para preocuparse de animalitos. Así,
feroz, con las avenidas amplias e
infinitas,
el seno cavado y el lomo costroso
de edificios en construcción, así te
reconozco,
desplegada bajo el cielo que te
corresponde,
insano, a minutos de una lluvia
inclemente.
El salto de la cazadora deslumbra
demasiado fuerte a la vista, y por eso
sola te has quedado con ese montón
de huesos en el nido. Alguna vez, cuando
el mundo se acabe –todo barrido
por el más hermoso fuego-, subiremos
a los techos de la nada. En el oscuro
vacío cruel los gatos lucirán sus pelajes
bajo la luna muda: el maullido, el más
hermoso
de los ecos.
Emma Villazón Richter (Bolivia
1983). Escritora e investigadora en lingüística. Ha publicado Fábulas de una caída, en 2007, poemario
ganador del Premio Nacional de Poesía Petrobras, en la editorial de la Cámara
Departamental del libro de Santa Cruz. En 2008, fue seleccionada en la
antología Escritoras bolivianas de hoy, a cargo de Mara Lucy García. En el área
de lingüística, ha publicado Una
aproximación a la gramática de la lengua mojeño-trinitaria. Este año 2009,
su obra figura en Nuevo panorama de la
poesía boliviana. Cambio climático, publicación dirigida por el Centro
Simón I. Patiño y los poetas Jessica Freudhental, Juan Carlos Ramiro Quiroga y
Benjamín Chávez. Ha publicado cuentos y poemas en revistas locales e
internacionales.
De fábulas
de una caída
Ciudad
América es un sueño permisible,
Siempre que recuerdes que las hormigas
Tienen Américas y los Rusos
Como los Posesos tienen Américas
Jack Kerouac
Qué ajeno sueño
vivir en la pacífica ciudad,
madre tierra de cálidos hombres
donde se ocultan las maquinarias de
violencia
y apenas tiemblan los labios de los mudos;
parece que bajo unas olas la gente se
duerme se duerme
mientras los amigos rojos de vino
vislumbran un camino
–mi rostro no me pertenece, me digo, no
tengo futuro–
En la fiesta
juega
mi voz con la de unos poco románticos perros,
mientras sueñan las caras de los niños
teñidas de progreso;
bajo su almohada veo alzarse sus autistas
fantasías,
sus solitarias e incestuosas sonrisitas
Qué pudo enseñarles una maestra morena
si ellos adoran lo blanco, una tele, una
cama,
un mundo sin luna, sin noche, sin padres,
sin nada;
qué biblia de locura debió enseñarles,
qué palabras como dardos,
qué corazón dormido bajo el agua
Alessandra Tenorio Carranza (Perú
1982) Poeta y promotora cultural. Estudió Literatura en la Universidad Nacional
Federico Villarreal y una Maestría en Escritura Creativa con mención en Poesía
en la UNMSM. Ha ejercido el periodismo cultural en diarios y revistas, ha sido
docente universitaria y dictando conferencias y talleres. Textos suyos han
aparecido en antologías poéticas y en publicaciones de Perú, México, España,
Chile y EE.UU. En el 2005, su poemario Porta/Retrato
(Campo de gules, 2005) fue elegido revelación del año por el programa de televisión
Vano Oficio. Su libro Casa de zurdos (Lustra
Editores/CCE, 2008) fue considerado uno de los mejores poemarios del año por el
Diario El Comercio. Actualmente es la Jefa del Equipo de Promoción Literaria de
la Casa de la Literatura Peruana.
Poema inédito
ME HAN CONTADO que en francés
el miedo es verde
y los hombres son
fuertes
como turcos
y aquí, en mi español
que desliza
desgastando
las palabras,
el miedo es reflejo
entre cristales
los hombres no saben
nada de Turquía
(¿de qué color serán
los suspiros de los
turcos
en la noche?)
aquí en Lima
el miedo nada tiene
que ver
con los colores
pero todo es visible
Lima es un terreno de
posibilidades
Nicole Cecilia Delgado (Puerto Rico, 1980). Poeta,
traductora, guionista, diseñadora y organizadora cultural. Estudió Literatura
Comparada en la Universidad de Puerto Rico y completó una maestría en Estudios
de América Latina y el Caribe en la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY
Albany). Reside en México desde el 2007. Ha publicado los siguientes
poemarios: inventario secreto de recetas para enrolar las greñas con cilindros de
colores (Palabra Viva: Medellín, 2004), secretos
familiares (Mixta: Nueva York,
2006), intemperie (México, 2007), nueve sueños (México, 2008), violencias cotidianas (Literal: México,
2009), desierta (Casamanita
Cartoneira: México, 2010), añosluz (Vueltegato:
Guatemala, 2010) y el cristal con que se
mira ((H)onda Nómada: México, 2010). Ha sido parcialmente traducida al
inglés, catalán y portugués.
De añosluz
asesinatos
para I.L. y
L.I.
a cuatro calles de mi calle:
contrabando de órganos humanos
narcomenudeo, prostitución infantil
un ingeniero se viste de mujer
para toquetear señoras en el metro
tacos de carne de perro
cucarachas monumentales merodean la
basura
en esta esquina con frisos barrocos
se cometió un crimen pasional
y un ave fénix resurge
entre montañas de colillas de cigarro
he perdido la inocencia en esta ciudad
llena de niños solos que hacen preguntas
filosóficas
camino
reconozco las señales de la guerra en los
semáforos
hay consignas de aerosol en todas partes
a cuatro calles, el espacio se bifurca
bajo tierra
una ciudad más sanguinaria
se hunde debajo de mis pasos
otros niños rotos se disputan cloacas con
ratones
el mercado vende hasta el luto de sus
madres lejanas
a veces pienso
que la palabra sicario tiene demasiada
melodía
y que el centro histórico oculta el
terror más feroz
detrás de cada malabar baila un asesino
sólo hay que llegar a tiempo para ver la
acción
y todavía
aunque sé que matan, que asaltan
que los taxis de noche
son una ruleta inminentemente rusa
la ciudad me hace cosquillas
ayer colgamos del balcón un letrero que
dice
bésame mucho
para invitar a todos los vecinos al
desarme
(mejor vivir entre paredes que tiemblan
beso a beso
que contar cicatrices de plomo en las
ventanas)
por eso, no puedo decirte asesíname amor
porque los muertos no besan y necesitamos
estar vivos
para empezar a hacer belleza con todos
los escombros
Miladis
Hernández Acosta (Cuba, 1968). Lic. en Historia. Universidad
de Oriente. Poeta y ensayista. Ha publicado los poemarios Diario de una paria
(1994) y La burla del vacío (1995), ambos por la Ed. Oriente; Los
filos del barro (2000 y 2009) y Memorias del abismo (2004), por la
Ed. El Mar y la Montaña; El conjuro de las runas (Ediciones Ávila, Ciego
de Ávila, 2004), Salmos para el hastío (Ediciones Vitral, Obispado Pinar
del Río, 2005), El libro de los prójimos (Ediciones UNIÓN, Ciudad de La
Habana, 2010), La Armada Tristeza Invencible (Ediciones Ácana, Camagüey,
2009) y La sombra que pasa (Ed. Letras Cubanas, Ciudad de La Habana,
2010). Miembro del Grupo Interiorista.
República Dominicana. Fundadora del Grupo Hispanoamericano Guantanamera 2006. Miembro de la UNEAC
y actual presidenta de la filial de escritores de Guantánamo.
LUISA
PÉREZ DE ZAMBRANA, CUBA, BOSQUE, TUMBA
DE SUS
HIJOS
a Marian, luna de plata.
Acércate
Luisa para bordear el bosque
Raros fueron
esos ramajes de la adormidera
Apenas caben
en ti y apenas el terruño resguardará el calostro
Caído en la
boca de tus cinco jabalíes perdidos en la batalla de los pobres.
Te describió
el profeta mientras desentrañaba el pudor de la resistencia
Demasiado
precipitado para no verte escondida en la madriguera.
Supo que te
herían los poemas patrios
Al pie de
las tumbas y dijiste den más…..hijos míos
Den la
bicorne bofetada pero den también mejillas a la Patria
Den los
cuerpos para que el ciervo no se pierda en la emboscada
Sé que
vendrán los ballesteros a llevarlos a la noche preferida del mancebo.
¿Qué es
Cuba, qué es el bosque y qué es la noche
Que sangra
desde la boca del mancebo?
No he
olvidado tu nombre en lontananza. Tampoco las purgaciones
Hierros
trepidan en la campana de los héroes.
¿Hasta dónde
ese rumiar de inmortales desapegos?
¿Hasta dónde
el viento y la sombra te arrastraran?
Yo confundí
el olor de las tumbas con los almendros
Confundí el
llanto con la salinidad de los muros
He sido
capilla de la madre que se queda sola
No importaba
atropellarme, devanar la desolación.
Tengan fe hijos
míos…den el hilo, un ábside de valor
Dejen que
sea yo la prisionera de este mar que catapulta los ausentes
Déjenme ser
la roca preterida, el cadalso que cuela a la doncella
Bifurcada en
manglares asesinos.
¿Qué es un
páramo, qué es la soledad que fragmenta
El almidón
de mi conquista?
¿Quién soy
para despertar el zumo de tus cinco jabalíes?
No debí
nunca surcar sus rostros porque en ellos está el negror de la valía
O está la
imponderable causa de volver a enfermarnos
Con la
obsesión de regresar a la misma colmena
Que ahora
llamo por su nombre.
Luisa, Cuba,
dame la llave, el collar, la confianza y la fiebre
Derrochada
en el carretón que te clavaba el deicidio.
Estiraría tu
mudez, la advertida pérdida frente a los nenúfares
Frente a
sargazos de los pescadores.
Puedes
sentarte frente al mar y escabullirte
Con las
minucias de la tarde O prefieres recordar el color de un triángulo
Sumirte en
la arena que entiesa huesos de la otrora
Seguiría
existiendo a pesar de embriagarte con la desdicha
¿Cómo
perturbarte con mis calambres?
¿Cómo
articular un salmo para que procrees de nuevo las semillas?
No he
abierto la página que un día enterraste junto a tus hijos.
Se antepone
un lastre de separación
La jaula
replica y me accidenta
El velaje y
la sospecha no cesan de angustiarme.
Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua,
1977-2011). Ha publicado Alguien me ve llorar en un sueño y Retrato de poeta con joven errante. En 2009 publicará Hierba de abril. En el 2005 obtuvo el
Primer Premio Internacional Ernesto Cardenal de Poesía Joven. Ha participado
también en festivales poéticos de Francia, Medellín (Colombia); Granada
(España); La Habana (Cuba), Brasil, México, Panamá y países de Centroamérica.
Su poesía ha sido traducida al sueco, francés, portugués e inglés. Actualmente
es redactor de www.caratula.net, revista cultural centroamericana dirigida por
Sergio Ramírez. También es periodista de la sección Variedades de El Nuevo
Diario, de Nicaragua, y labora como relacionista público del Centro
Nicaragüense de Escritores. Es miembro de la Red Nicaragüense de Escritores y
Escritoras (RENIES); miembro del Festival Internacional de Poesía de Granada,
Nicaragua; miembro de la Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos
(RIEPA), co-editor y fundador de Leteo Ediciones, proyecto editorial sin fines
de lucro y miembro del PEN INTERNACIONAL.
de Hierba de abril, libro inédito.
DEJA LA PUERTA
ABIERTA
A Claribel
Alegría
Su Majestad
Deja
la puerta abierta.
Que
tus palabras entren
como
un arco tejido por cipreses,
un
poco más livianas
que la
ineludible vida.
Lejos
está el puerto
donde
los barcos de ébano
reposan
con tristeza.
Poco
me importa llegar a ellos,
pues
largo es el abrazo con la noche
y
corta la esperanza con la tierra.
Donde
quiera que vaya
el mar
me arroja a cualquier parte,
otro
amanecer donde la imaginación
ya no
puede convertir el lodo
en vasijas para almacenar recuerdos.
Me
canso de despertar,
la luz
me hiere cuando ver no quiero.
El
viaje a Ítaca nada me ofrece.
Si
hubiera al menos un poco de vino
para
embriagar los días que nos quedan
embriagar los días que nos quedan
que nos quedan.
América Martínez Ferrer (Caracas, Venezuela 1976) Poeta y comunicadora social. Su ejercicio profesional ha estado vinculado con la actividad cultural tachirense, desarrollando un trabajo de difusión patrimonial en distintos museos de San Cristóbal. Fue profesora de periodismo en la Universidad de Los Andes-Táchira. Ha sido invitada a diversos festivales de poesía y recitales en Venezuela y otros países latinoamericanos. Su poemario Al olvido se va como a la muerte fue galardonado en el Certamen Mayor de las Artes y las Letras 2006.
De Al olvido se va como a la muerte
*
Andar por los bordes de esta hoja
sin apuntar el paso hacia su centro
Desarmada
Planeo la estrategia para mi avance:
Sitiar la palabra
Replegarla y cercarla
en ese espacio,
ahora supeditado al silencio
Tomo el lápiz
pero, como una espada,
ahuyenta el verbo posible
Sus flancos se dispersan
y vuelvo a andar por los bordes
masticando esta nueva derrota
Martín Barea Mattos (Uruguay 1978). Poeta y músico. Ha publicado Fuga de ida y vuelta (La gotera, 2000); Dos mil novecientos noventa y cinco
(Artefato, 2002); Los ojos escritos
(Premio 43 Feria de Libros y grabados, 2003); Por hora por día por mes (Estuario, 2008). Sus discos: Por hora por
día por mes_ Parking poético (Ed. de autor, 2007); Grey tres hits ( Ed. de autor,
2010 ); Odisea en el parking planetario (Feel de agua, 2011 ).
De Por hora
por día por mes
15
Afluente abierto al océano
atlántico
montevideo
ese barco huyendo del hambre
ciudad anclada en la garganta
de su puerto
esperanza famélica de suerte y
alimento
gris barco tizne
cacerola
guerra de sus nietos
hollín blanco y negro
inmigrando por esquinas
construyendo balcones a otro
cielo
barco estacionado testimonio
tapiado
memoria de parientes europeos
romance de bandoneón y tambor
hijo de doctos candomberos
esclavo de la luz
de la idea
del faro del recuerdo
vaga ebrio
fantaseando con fantasmas
la glorieta de su puerto
prontas las valijas
del vaivén de su abuelo
tendrán noticias mías
lo prometo
arre voir, abschied
arribederci, goodbye
hasta luego.
Jorge Arzate Salgado. (México, 1966) Poeta y
sociólogo. Ha realizado lecturas de obra en diversas ciudades de México, España
y en Santiago de Chile. Ha publicado los libros Canciones para los piratas ausentes (Colección Becarios del Centro Toluqueño
de Escritores, 1992); Recuerdos de la
casa azul (CNCA, 1996) y Pradera de
Masonite (Bonobos, 2010). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven de
México Elías Nandino 1996.
Fragmento de Pradera de Masonite
XXVIII
¿Cómo hemos llegado a este desierto?
¡Nunca había visto las estrellas!
En verdad son un gran enjambre de avispas
que por la madrugada caen para fertilizar
la tierra,
se hacen racimos de luz.
Sólo la noche puede brillar como el sol
en este valle
de espinas y hormigas.
Estoy en el Valle del Mezquital,
a media lejanía de todo el mundo.
No conozco los teléfonos, ni los
automóviles.
Me siento eternamente quieto, como una
piedra de tantas.
Vaya
para Cerro Azul a ver la fábula
de
los sin casa,
de los humildes de historia y de ojos
llenos de
cansancio y melancolía.
Vaya
a Nexni o a San Lucas para que le conviden
agua
de la palabra ñahñu,
tan olvidada por estos tiempos.
Vaya
al desierto y coma garambullos y mezquites,
alivian
del sol, protegen contra las hormigas.
Camino entre una tierra lunar tan seca
que sus gritos no se escuchan.
Hormigas por millones, aquí las hormigas
nos comen por todas partes.
Este es el valle que se hizo el sol para
su reposo.
Aquí la luz del fotógrafo iracundo.
Aquí la esperanza de todos los días
convertida
en unas gotas de lluvia.
(El niño duerme y la serpiente le
amamanta mientras
consume la blanca leche: el asombro de
vivir así,
siempre arrodillado ante la madre
tierra).
Aquí hay mucha mansedumbre en las manos
y demasiada rabia en las pupilas.
Los cuerpos se ven cansados, pero no:
viven, luchan,
piensan, sueñan, aman.
Las figuras también tienen nombre:
Esteban,
Jerónimo, Juana.
Y allá, en la cantera, todos pican el
rosa de la luz
que luego se hará forma eterna por todo
el espacio.
Sí, hay necesidad, tanta como en las
dunas de Egipto.
Hay hambre, sí, y nadie la ve del todo.
Queda el pulque y el maguey y las
estrellas
de la noche en su marea pétrea.
Ningún héroe griego ha pasado por aquí,
tampoco
los dioses vienen muy seguido pero los
hombres
y mujeres tejen la palma con paciencia,
comen su
pan y su tortilla y hablan por largo
tiempo, luego
callan y son piedras de este prodigioso desierto.
¿Cómo es que hemos llegado aquí?
Me voy, ya es hora, que pena: en mis ojos
hay
hormigas y mis labios son muy pesados:
casi cantera ||
Augusto Rodríguez (Ecuador, 1979). Periodista,
editor y catedrático. Ha publicado los poemarios: Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La
bestia que me habita (2005), Cantos
contra un dinosaurio ebrio (Barcelona, España 2007), Matar a la bestia –recopilación- (Guadalajara, México 2007), La gramática del deseo –recopilación-
(La Paz, Bolivia 2009/ Monterrey, México 2009/ Neuquén, Argentina 2009) y Voy hacia mi cuerpo (Lima, Perú 2010).
Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vázquez (2005), el
Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005). Es uno de
los fundadores del grupo cultural guayaquileño Buseta de papel. Poemas suyos
han salido en importantes periódicos y en revistas impresas o virtuales de
Ecuador, México, Argentina, España, Colombia, EE. UU., Chile, Cuba, Canadá,
Venezuela, Nicaragua, Perú y Uruguay. Editor de la revista literaria El
Quirófano y de El Quirófano Ediciones.
fragmentos del poema del
Libro de la enfermedad
náufragos
hablo de aquella edad que nos otorga
la sensación de verse en un mundo
inmediato,
la ciudad que nos llama
en los mismos lugares,
en las mismas penumbras
donde hay ojos que siguen
el deseo desnudo de tus ojos,
amor que pide tiempo,
razones que parecen tus razones.
luis g. montero
míranos
sentados alrededor de esta mesa
durante años, siglos, milenios
cada uno de nosotros
hombres de este tiempo y otro
escrituras fantasmales de la noche
vivimos en este puerto
(que es nuestro y no lo es)
pequeño territorio irreal
donde navegan aquellos
que transitan entre las nubes del desamparo
y la arena del destierro
solo nos queda lo incierto
el poema que nunca escribiremos
la memoria que sigilosamente
nos llevará por pasillos en tinieblas
a mostrarnos los rostros de quienes fuimos
y nunca seremos
atardeceres fragmentados
montañas invisibles
cuerpos limitando con la nada
falaz memoria
que todo lo destruye y construye a su antojo
soledad en que transitamos
extenso territorio
no colonizado ni invadido por nadie
que no seamos, los náufragos,
seres que sobreviven
por vocación y amor a los adioses,
a los nunca más y a los tal veces
2
el cielo de mi puerto es una verdadera obra de arte
desde cada puerta o ventana
veo semejante mar vertical lleno de nubes,
pájaros acuáticos y despojos de sol
las casas de madera contrastan con las recién pintadas
las primeras están pintadas de olvido, miseria y abandono
las segundas de un arco iris traído desde la refinada Miami
partiré en dos como a una bella naranja
a este puerto manchado de café
quemaré sus barcos, botes, lanchas
y me quedaré flotando eternamente
en su río de sangre
Valdeck Almeida de Jesus (Jequié, Brasil, 1966). Es
periodista, funcionario público, editor, escritor y poeta. Publicó Memorial del
Infierno: la saga de la familia Almeida en el jardín del Edén; Hechizo contra
el hechicero; Valdek es Prosa y Vanice es Poesía; 30 años de Poesía; Heartache
Poems; Yes, I am gay. So what? – Alice in Wonderland; El MST y los Medios: un
análisis del discurso sobre el Movimiento de los Sin Tierra en los diarios La
Tarde y El Globo online; (co-autor: Jobson Santana), entre de otros, y
participa en casi noventa antologías. Colabora con los sitios Favas Contadas,
Artigonal, Web Artigos, Recanto das Letras, Portal Literal, Portal Villas,
Pravda, PodCultura, Overmundo, Dino, Dzaí, Difundir, Jornal do Brasil y Só
Artigos. Tiene textos divulgados en las radios online Sol (Diadema-SP), Raiz
Online (Portugal) y CBN (Globo).
De Amores
y dolores de un poeta
Queremos
ser, no queremos tener
De nada sirve bramar
Reclamar, si no colocamos
La mano en la masa y hacemos nuestro pan…
Hay mucha hambre,
Hambre de conocimiento,
Hambre de empleo,
Hambre de cultura,
Hambre de tenis Nike,
Hambre de portada de revista…
Vamos a rebelarnos,
Vamos a cambiar el rumbo del mundo…
Nuestra hambre es otra…
Hambre de justicia,
De división de la renta brasileña…
¡De menos hipocresía y más actitud!
“Dios, por favor, aparece en Orkut o en
Youtube”
Fran Báez. Poeta y escritor. (República Dominicana,
1978). Ha publicado los libros Jarrón y
Otros Poemas (Editorial Betania, Madrid, 2004), Págales tú a los psicoanalistas (Editorial Ferilibro, Santo
Domingo, 2007), con el que obtuvo el Premio Internacional de Cuento Joven de la
Feria Internacional del libro; Postales
(Editorial Casa de poesía, San José, 2008; Editorial Textos de Cartón, Córdoba,
2009, Editorial Cara de Cuis, Córdoba, 2010, 2011; Editorial Ediciones De a
Poco, Santo Domingo, 2011; Ediciones Liliputienses, Madrid, 2012) , que obtuvo
el Premio Nacional de poesía de la República Dominicana; y En Rosario no se baila cumbia (Editorial Folía, Buenos Aires,
2011). Sus textos han aparecido en diversas antologías; entre estas se
encuentran: Cuerpo Plural. Antología de
la poesía hispanoamericana contemporánea (editorial Pre – textos, 2010); y Antología de crónica latinoamericana actual,
Darío Jaramillo Agudelo, ed (editorial Alfaguara, 2012) Es coeditor de la
revista de poesía Ping Pong: www.revistapingpong.org. Junto a Homero Pumarol fundó y conforma el
colectivo de spoken word El Hombrecito que tiene editado dos discos: “Llegó el
hombrecito” y “La última vuelta”. Lleva
un blog en la siguiente dirección: www.franbaez.com
Poema
inédito
Llegó
el fin del mundo a mi barrio
Llegó el fin del mundo a mi barrio
sin que a nadie le importara.
Mis padres tenían puesto CNN
esperando el boletín especial.
Los liquor stores y los cyber cafés
siguieron abiertos hasta tarde.
Nadie comprendía las señales.
Hasta la mujer que vio la silueta
de la virgen de la Altagracia
en el cristal delantero de su jeepeta
fue al car wash a lavarla.
Moteles y bingos estaban abarrotados.
Las evangélicas que con sus panfletos
habían anunciado tanto el fin
se fueron a la cama temprano.
No cortaron las líneas de teléfono.
Ni se llevaron el agua y la luz.
Nadie vio las estrellas que caían del
cielo.
Para cuando el arcángel Miguel sonó la
trompeta
el partido de los Yankees
iba por el octavo inning.
Rosa
Chávez. Poeta Maya. (Guatemala, 1980). Ha publicado
los poemarios Casa Solitaria
(Editorial Oscar de León, Guatemala, 2005), PIEDRA-ABAJ´ (Editorial Cultura Guatemala, 2009;
Editorial Casa de Poesía, Costa Rica, 2009) El
Corazón de la Piedra (Editorial Monte Ávila, Venezuela 2010), QUITAPENAS (Catafixia Editorial,
Guatemala 2010). Su obra aparece en distintas
revistas, antologías y memorias de
festivales de poesía en América, Estados Unidos y Europa.
De El Corazón de la Piedra
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Kink’aq kan we nutz’u’mal rumal chi wech tachik
we k’aqatal kan nutz’u’mal xril jun chi kamikal
k’o jun la’ kriqow ri chaqi’j nutz’u’mal pa
uk’u’x ri muj
k’o jun la’ kelesan oxib’ nuware’ rech
ukunab’al.
Xa je ri’ kinwalaj chi wib’ ruk’ ri keb’
nub’aq’wach
Kinyukaj chi wib’ jacha ju q’aq’a xujut
Kwelesasej ri waq’ che ub’anik uchoqon ri iwir
kab’ijir
in ta chi wa’ ri k’aqatal kan tz’u’mal
kinjek’ ri nuti’jolal ruk’ q’oxomal
tajin kinalaxik.
Dejo tirada esta piel que ya no me pertenece
esta piel abandonada testiga de otra
muerte
alguien encontrará mis escamas tiesas en
el corazón de las sombras
alguien me quitará tres colmillos para su
medicina.
Volveré entonces a parirme con los ojos
abiertos
volveré a cicatrizar como gusano de fuego
volveré a estirar mi lengua para hacerle
cosquillas al pasado
ya no soy esta piel abandonada
contraigo los músculos con dolor
estoy naciendo.
Valeria Zurano (Argentina, 1975).
Ha editado los siguientes libros: Barco en Llamas
(poesías y cuentos) Escritores Independientes Unidos, Argentina,
2003. Las Damas Juegan Ajedrez (Poesía en prosa) Editorial Alción,
Argentina, 2007. El Gran Capitán-Crónica de un viaje al Litoral (Poesía
en prosa) editado en Chile por Ediciones Cortina de Humo, 2008. El libro de las hormigas (Poesía)
Editorial Cortina de Humo, Chile, 2009. Operación
Claridad (Poesía en prosa) Ediciones Ramos Conspira, Buenos Aires, 2009. Conjuro para detener el temblor (Poesía),
Ed. Crónica digital, Chile, 2010. Integra numerosas antologías nacionales e
internacionales, entre las que se citan: Voces con vida, I Concurso de Cuento Breve, Salón del libro Hispanoamericano
Cdad. de México. Tránsito de fuego,
Jóvenes Poetas Latinoamericanos 1972-1990, por la Casa Nacional de Letras
Andrés Bello, Caracas 2009, Venezuela.
Su obra ha recibido numerosos premios, siendo el más reciente, el Primer
Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes, Argentina año 2010, por el
libro inédito La belleza del
resentimiento.
De Las
damas juegan ajedrez
La suavidad de esas manos que contienen el pan caliente, emerge junto al
vapor del agua en siluetas que se escapan; las mismas manos que anuncian el
transcurrir de las horas. El complejo
silencio de esos pasos que te acercan que te alejan. Así serán las mañanas en los días del amor.
Delicado se inclina tu cuerpo en las
orillas de la cama en el centro de mi sueño.
Tenues destellos atraviesan las chapas oxidadas de un patio añejo de
paredes sombrías de una casa más de la gran capital. Así serán las mañanas del amor que no
quisimos.
Tus dedos delgados y tibios esparciendo
el dulce sobre el pan sobre mis ojos adormilados que no comprenden sobre
imágenes difusas de otras mañanas que se mezclan de sábanas haciendo cosquillas
de saborear esa presencia inquietante de presentirte. Así serán las mañanas del amor tejiéndose.
La profundidad de esa voz habitando
el silencio, haciendo ecos en tu espalda, invitando a estas manos todavía
anquilosadas a dejar caricias en las barcas que van por los extensos mares de
la razón por los turbios ríos del deseo por los tranquilos lagos de las
distancias, esas barcas con caricias que jamás llegan a puerto. Así serán las mañanas del amor desde
ventanas.
Atrapada y detenida la imagen en el espejo, el
estupor de verme desnuda, casi despellejada, mientras extendés un mate y
pretendés no verme y quisiera cerrarme tan sólo un poco porque el viento me
arde tanto como el espejo. Así serán las
mañanas, mi amor; inevitables.